Es bastante desconocido cómo cursa y qué pronóstico tiene esta patología. Algunos estudios indican que parece comenzar durante la infancia. Sin embargo, otros más recientes (Roncero, 2009), indican que es más frecuente en varones y suele iniciarse durante la adolescencia o inicio de la edad adulta.
La edad de incidencia máxima suele darse alrededor de los 17 años.
Cuando el inicio tiene lugar durante otros periodos, como la adolescencia o la adultez, el incendio suele tener un carácter destructivo.
Se ha asociado el inicio de la patología con situaciones de cambios y crisis personales o vitales y el impulso parece suceder de manera episódica.
En relación al pronóstico, si el paciente es capaz de trabajar las verbalizaciones en terapia, éste será mejor. Sin embargo, si se asocia a problemas de discapacidad intelectual o alcoholismo, será peor.
Suele complicarse por las consecuencias legales que tiene la provocación del incendio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario