Debemos ser conscientes de que parte de los incendios forestales que suceden tienen origen no en causas naturales si no a manos de personas humanas.
La responsabilidad de estos hechos se recoge como una infracción administrativa y también tipificada como imprudencia grave en el Código Penal.
La relación de los seres humanos con el fuego ha estado presente desde el comienzo de los tiempos. Además, la conducta humana es en muchas ocasiones impulsiva, no premeditada y a veces acompañada de tensión.
Es nuestro aprendizaje a través de la educación y la convivencia en sociedad el que nos ayuda a modular esos impulsos. Es cuando surge la incapacidad para hacerlo cuando entramos de lleno en el campo de la psicopatología.
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