A diferencia de otros sujetos que también producen incendios de manera intencionada, el pirómano lo realiza por la simple cuestión de fascinación por el fuego. Así encontramos síntomas o características como:
- Provocación recurrente de incendios intencionados por el placer o gratificación de hacerlo.
- Fascinación y curiosidad por el fuego y todo lo que le rodea.
- Tensión o activación emocional antes de provocar un incendio.
- Placer, gratificación o alivio de la tensión al consumar el incendio.
- Es habitual que participen o tengan trabajos relacionados con el fuego (por ejemplo, que participen como voluntarios a la hora de extinguir incendios).
- Observar los efectos destructivos que provoca el fuego les produce bienestar.
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